El uso responsable de compartir datos en internet: el gran salto evolutivo para los usuarios

Últimamente estamos siendo testigos de cierto alarmismo con la aparición de algunas informaciones publicadas sobre el uso indebido de la privacidad de datos de los usuarios en internet. Algunas compañías, bien por fallos o bien por negligentes casos aislados y que para nada representan la forma en la que las empresas trabajamos, han usado indebidamente la información privada que particulares han depositado en su plataforma con fines lucrativos. Es necesario reforzar el mensaje y dejar claro que solo son acontecimientos puntuales y que para nada se corresponden con las prácticas de una industria que, por su responsabilidad, es especialmente sensible y cuidadosa a la hora de manejar datos personales.

La aplicación de la normativa GDPR ha supuesto cambios en la cultura empresarial, en la forma de entender el tránsito de datos y procesos en una organización y, paralelamente, ha generado confianza entre los usuarios gracias a una mayor transparencia y una personalización más efectiva. Cuando un usuario comparte sus datos personales con una aplicación, acepta unas condiciones de uso donde vienen especificadas las formas en las que se va a utilizar esa información. No se trata de ninguna trampa o negligencia: es simplemente una relación de simbiosis en la que el usuario, a cambio de obtener un servicio, ofrece sus datos para que ese servicio u otros que puedan interesarle se ajusten todavía más a sus necesidades y facilite el acceso a bienes, productos o cualquier otro dato que le resulte útil dentro del océano de información que es internet, facilitándole esa búsqueda. Así, gracias al uso de las cookies, vemos en muchos navegadores y aplicaciones espacios publicitarios que ofrecen información sobre productos o servicios por los que ya nos hemos interesado; es una especie de “publicidad personalizada” para cada usuario, precisamente para que no resulte invasiva y, de hecho, suponga una ayuda para el consumidor que está recibiendo más información sobre algo por lo que previamente se ha mostrado interesado.

Evidentemente, las malas prácticas van a existir siempre, en todos los sectores y en todas las épocas, pero eso no significa que compartir nuestros datos suponga un “retraso” frente a nuestro derecho a la intimidad. Todo lo contrario: supone todo un avance que beneficia tanto a los anunciantes como a los consumidores: los anunciantes pueden impactar directamente al público que se ha interesado por su producto o servicio y el consumidor recibe información sobre aquello que le interesa. Se trata de un “win-win” con el que todos ganamos y que genera confianza entre empresas y clientes. Gracias a ello las redes sociales, la industria del eCommerce y cualquier persona con acceso a la red se beneficia de la recepción de una información de su interés que puede ofrecerse gracias al uso de estos datos; una forma de emitir y de recibir impactos publicitarios que hace tan sólo unos años sólo éramos capaces de imaginar.

Hay que dejar una cosa muy clara: si el uso de esos datos es indebido o no se cierne a lo que se acepta en las condiciones y términos de uso, se trata de un uso ilícito y la ley debe actuar en consecuencia. No es una práctica ni mucho menos generalizada y en el sector nos sentimos orgullosos de la forma en la que trabajamos y de los beneficios que aportamos tanto al comercio como a los intereses de los usuarios: cuando los datos se comparten, no solo se recomiendan productos o servicios; también se ofrecen noticias, información e incluso sugerencias de seguimiento de perfiles en redes sociales que pueden resultar de nuestro interés. Lo mismo pasa cuando escribimos con el teclado del smartphone (que sugiere palabras) o cuando entramos en las recomendaciones de alguna plataforma de contenido audiovisual: los datos nos ayudan, nos hacen ahorrar tiempo y nos hacen la vida más cómoda. La tecnología predictiva, basada en datos, era un sueño del pasado que nos ha hecho darnos cuenta de que, por fin, el futuro es hoy.

En DDIBI, como parte de esta industria y como empresa dedicada a internet y al comercio, creemos firmemente en los beneficios y en el uso lícito de la utilización de los datos de los usuarios. Gracias a ello, internet se sigue desarrollando a todos los niveles y en beneficio tanto de los que trabajamos en él como de quienes lo usan. Internet es y debe ser un lugar seguro, que genere confianza y que sirva para hacernos la vida más fácil.